Salzburgo
TRAS LAS HUELLAS DEL HIJO MÁS FAMOSO
Salzburgo no se llama la ciudad de Mozart en vano. La ciudad y probablemente el compositor más famoso de todos los tiempos están indisolublemente unidos.
Nació en el corazón del casco antiguo barroco en 1756, pasó aquí gran parte de su infancia y dio su primer concierto en la corte salzburguesa a los siete años en los salones de la Residenz. Desde aquí, su genio musical se extendió por el mundo. No son pocos los visitantes que acuden a esta tranquila ciudad a orillas del Salzach sólo por él.
La casa natal en Getreidegasse y su casa en Makartplatz son hoy museos, recuerdos de su extraordinaria infancia y lugar de peregrinación para melómanos de todo el mundo. Cuando se trata de Mozart, casi todo el centro histórico de Salzburgo es como un museo ambulante.
Mozart es más que historia en Salzburgo: está vivo. La ciudad respira literalmente sus melodías. Ya sea en las magníficas salas del Festival de Salzburgo, en los pequeños cafés callejeros donde sus obras se escuchan tranquilamente de fondo o en los famosos Mozartkugeln, el dulce homenaje al genio de la música. Salzburgo lleva el espíritu de Mozart en cada nota, en cada piedra, en cada sonido.
Quien visita Salzburgo viaja al mundo del niño prodigio, una ciudad que no sólo produjo a Mozart, sino que ha conservado su música para siempre. Aquí, Mozart no es sólo un recuerdo, sino pura inspiración.